El Real Monasterio de Santa Ana de Ávila se levantó originariamente a mediados del siglo XIV. Se procedió a su reforma dos siglos después. Este proceso acabó casi con la totalidad del antiguo monasterio con la excepción de algunos vanos ojivales. Del monasterio destaca el claustro de tres alturas, concluido en 1596 y único con esta altura de su época. El aspecto exterior del conjunto es de gran austeridad. Sin embargo, hay que destacar una robusta espadaña de ladrillo.
La iglesia es de nave única cubierta con bóveda baída de tres cuerpos. Éstos se encuentran divididos por arcos graníticos de medio punto. La cabecera se cubre con cúpula rebajada de media naranja y veinte nervios. En los primeros años del siglo XVII se amplió el coro, siguiendo las trazas de la escuela de Francisco de Mora. Cabe destacar el retablo del tallista Manuel Escobado (fechado a finales del siglo XVIII).
En 1978 las monjas abandonaron el convento. Se declaró así Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento el 15 de enero de 1982. Actual sede administrativa de uno de los organismos del gobierno regional, el convento se restauró en 1985. Al lado también se encuentran los Jardines del Recreo, donde la gente suele ir a pasear cuando el tiempo acompaña.
Finalmente, la entrada al Real Monasterio de Santa Ana es libre. Los horarios son los siguientes: de lunes a viernes de 9 de la mañana a 2 de la tarde. Los fines de semana permanece cerrado al público.