Palacio Episcopal

Palacio EpiscopalEl Palacio Episcopal de Avila también se conoce como el Palacio del Rey Niño. Se construyó en el siglo XII como parte de las defensas de las murallas de Ávila. La defensa de cada puerta de la muralla estaba encomendada a un palacio. Era la forma más lógica de proporcionar apoyo en caso de ataque.

El dueño del edificio, el Obispo, tenía que defender la puerta de la catedral. La estructura estaba adosada al tramo de muralla que discurre entre dos puertas, la anterior y la puerta de San Vicente. Es el único punto del recinto amurallado donde ha desaparecido el adarve. En algún momento vaciaron el muro y también recrecieron el lienzo.

El 1775 el Palacio Episcopal pasó a manos del Estado cuando se suprimió la Compañía de Jesús. En ese momento albergó las escuelas públicas. A lo largo del tiempo se dividió y en él se establecieron diversos organismos públicos. Actualmente alberga el edificio de Correos y la biblioteca pública de la ciudad. Ésta todavía conserva la puerta original del edificio, de estilo Fruchel, de granito y rematada por un escudo. Por lo tanto, se puede visitar el edificio pero no como un turista más sino para el uso de alguno de esos servicios.

Aunque no queramos entrar, por lo menos merece la pena acercarse hasta la fachada. Es muy interesante ver cómo se integraba un edificio en las defensas urbanas. España es un país de castillos y murallas, y Ávila es un ejemplo excelente de este hecho histórico.

El Palacio Episcopal en la actualidad

El Palacio Episcopal de Ávila es un importante punto de referencia en la ciudad, que atrae tanto a turistas como a amantes del arte y la historia. La belleza arquitectónica del edificio, junto con su contenido cultural, lo convierten en una visita obligada para quienes deseen comprender la rica historia y el patrimonio artístico de la ciudad de Ávila.

Este palacio es un recordatorio de la importancia de la arquitectura y el arte en la historia de la ciudad, así como un testimonio de la influencia de la Iglesia en la vida y la cultura de Ávila. La preservación y conservación de esta joya arquitectónica son esenciales para mantener viva la herencia cultural de la ciudad y permitir que las generaciones futuras la aprecien y estudien.

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