Hay una serie de datos sobre la puerta que conviene tener presentes. Tenía doble puerta y rastrillo metálico. También poseía un arco adelantado sobre las dos torres para tirar objetos y agua hirviendo. Además, en su interior había otro agujero con la misma finalidad.
Las excavaciones arqueológicas efectuadas a su alrededor han dado testimonio de la existencia de una convivencia indígena y romana. En uno de los lados de la puerta, tallado en la roca madre, se ha hallado un verraco. Éste forma parte de los restos de la muralla romana y también hay otro que se encuentra desplazado. Ello permitiría deducir que flanqueaban un acceso. Se mezcló la tradición indígena de los vetones que los tallaban desde hacía siglos con la civilización romana que predominaba en aquel momento de la historia.
Visitar la Puerta de San Vicente
La Puerta de San Vicente se encuentra situada en la Plaza de San Vicente. Es decir, muy cerca de la Basílica de San Vicente (que da nombre a la puerta) y del Palacio de los Verdugo. Se juntan en un mismo lugar varios puntos turísticos de interés. La forma más cómoda de llegar es caminando de uno a otro. No obstante, siempre existe la posibilidad de usar el transporte público. El autobús puede ser un buen método para moverse por Ávila.